El miedo es un sentimiento absolutamente natural, que muy probablemente te acompañe en el camino hacia tu meta. Todos sentimos miedo cuando empezamos algo nuevo, pero está en ti dejarte vencer o aprender a convivir con él. Los triunfadores sienten tanto miedo como cualquiera de nosotros sólo que son conscientes de que tienen que aceptarlo y tomarlo como algo normal y natural.
El miedo es sólo una señal instintiva de nuestro cuerpo que nos indica que debemos tener cuidado, y lo debes tomar de esa forma. Es decir, reconócelo, acepta que está pero que él no te impida moverte y avanzar hacia tu meta.
Hay personas que tratan por todos los medios de no sentir miedo, pero como eso es prácticamente imposible, al final terminan paralizadas, sin hacer nada. Tienes que tener claro que la mayoría de las cosas importantes, es decir aquellas que vale la pena vivir, traen implícito un riesgo y es inevitable que eso nos genere miedo pero, como decían nuestros abuelos: “El que no arriesga, no gana”.
En la actualidad, la mayoría de nuestros miedos son producto de nuestra imaginación. Para tu información, nuestro cerebro no ha evolucionado tan rápidamente como nuestra sociedad, prácticamente sigue siendo el mismo de cuando el hombre vivía en las cavernas, por lo que la respuesta al peligro, que es el miedo, sigue generándose en nuestro cerebro casi de la misma forma que en aquellos tiempos. Hoy en día, muchas veces nos asustamos por resultados imaginarios de lo que podría pasar, lo cual, la mayoría de las veces, finalmente no sucede. Sin embargo, por suerte, también tenemos la capacidad de poner fin al miedo e intelectualizarlo.
El miedo es sólo una señal instintiva de nuestro cuerpo que nos indica que debemos tener cuidado, y lo debes tomar de esa forma. Es decir, reconócelo, acepta que está pero que él no te impida moverte y avanzar hacia tu meta.
Hay personas que tratan por todos los medios de no sentir miedo, pero como eso es prácticamente imposible, al final terminan paralizadas, sin hacer nada. Tienes que tener claro que la mayoría de las cosas importantes, es decir aquellas que vale la pena vivir, traen implícito un riesgo y es inevitable que eso nos genere miedo pero, como decían nuestros abuelos: “El que no arriesga, no gana”.
En la actualidad, la mayoría de nuestros miedos son producto de nuestra imaginación. Para tu información, nuestro cerebro no ha evolucionado tan rápidamente como nuestra sociedad, prácticamente sigue siendo el mismo de cuando el hombre vivía en las cavernas, por lo que la respuesta al peligro, que es el miedo, sigue generándose en nuestro cerebro casi de la misma forma que en aquellos tiempos. Hoy en día, muchas veces nos asustamos por resultados imaginarios de lo que podría pasar, lo cual, la mayoría de las veces, finalmente no sucede. Sin embargo, por suerte, también tenemos la capacidad de poner fin al miedo e intelectualizarlo.
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