sábado, 16 de marzo de 2013

Yo estoy aprendiendo.

Casi nadie piensa que el amor es algo que traemos al nacer, de hecho nuestro cuerpo es una armonía completa, de hecho nadie aprende a amar, todo lo contrario se nos ha enseñado a no amar, a lo largo de nuestra vida; la mayoría de nosotros creemos que el ser humano sabe amar espontáneamente desconociendo que ese atributo la mayoría de los seres humanos lo han perdido; lo han suplido por el egoísmo, la envidia, el rencor, la venganza, el protagonismo, la vanidad etc.

Por eso algunas veces nos ponemos hablar del amor como si supiésemos AMAR DE VERDAD, y decimos unas cosas que no nos las creemos ni nosotros.

Hay quien piensa que el amor consiste fundamentalmente en ser amado y no amar. Son personas que se pasan la vida esforzándose porque alguien los ame.

Para ellos lo importante es ser atractivo, llamar la atención, destacar con sus afirmaciones, resultar agradable, ser siempre el más gracioso de la reunión, tener conversaciones muy interesantes y que los demás le escuchen…en definitiva, hacerse querer.

En general este tipo de gente termina siendo bastante desdichado.
Otro tipo de personas son los que están convencidos que amar es algo sencillo, y que lo difícil es encontrar a personas agradables a las que querer.

Estos solo se acercan a quien les cae simpático. En cuanto no encuentran la respuesta apetecida, su “amor” se desvanece. Suelen ir probando con muchas personas pero ninguno les llena totalmente y casi siempre sus amores se quedan en un vacio. Sus relaciones no duran mucho tiempo, y siempre la culpa de esto es del otro, y nunca de ellos mismos.


Hay otros que confunden el amor con el deseo. Todo lo reducen a encontrar a alguien que satisfaga su deseo de compañía, afecto o placer. Cuando dicen “te quiero”, en realidad están diciendo ”te deseo”, “me apeteces”. De hecho es fácil entre ellos confundir un ACTO SEXUAL, con hacer el amor.


Sorprende ver a personas maduras que, después de varias relaciones, aún confunden el amor con el deseo. Su vida se convierte en un continuo anhelo de cariño imposible de satisfacer hasta que no cambian las variables que le aporten un amor de verdad. Mientras tanto, son personas que están con mucha gente, pero viven en una continua soledad.


Nosotros debemos de empezar a amar y aprender, lo que quisimos o hemos querido olvidar porque la misma sociedad en que vivimos nos lo ha impuesto.

Entonces yo digo:
Estoy aprendiendo a escuchar al otro. Tratar de comprender lo que vive. Sin escuchar sus sufrimientos, necesidades y aspiraciones no es posible el verdadero amor.


Estoy aprendiendo a dar. No hay amor donde no hay entrega generosa, donación desinteresada, regalo. El amor es todo lo contrario a acaparar, apropiarse del otro, utilizarlo, aprovecharse de él.

Estoy aprendiendo a perdonar. Aceptar al otro con sus debilidades y su mediocridad. No retirar rápidamente la amistad o el amor. Ofrecer una y otra vez la posibilidad del reencuentro. Devolver bien por mal.


Estoy aprendiendo a aceptar a las personas, aun cuando a veces ellas me decepcionan. Cuando huyen del ideal que tengo para ellas, aunque respeto el suyo.

Es difícil aceptar a las personas como son, no como yo deseo que ellas sean. Es difícil, muy difícil, pero estoy aprendiendo...

Estoy aprendiendo a amar, estoy aprendiendo a escuchar, escuchar con los ojos y oídos, escuchar con el alma, escuchar lo que dice el corazón, lo que dicen los hombros caídos, los ojos, las manos inquietas escuchar el mensaje que se esconde por entre las palabras superficiales.

Estoy aprendiendo a descubrir la angustia disfrazada, la inseguridad enmascarada, la soledad encubierta. Penetrar la sonrisa fingida, la alegría simulada, la vanagloria exagerada.

Estoy aprendiendo a descubrir el dolor de cada corazón. Poco a poco, estoy aprendiendo a amar, estoy aprendiendo a perdonar, porque el amor perdona, lanza afuera las tristezas, y cura las cicatrices que la incomprensión y la insensibilidad grabaron en el corazón herido.

El amor no alimenta heridas con pensamientos dolorosos, no cultiva ofensas con lástimas y autocompasión. El amor perdona, olvida, extingue todos los trazos de dolor en el corazón.

Paso a paso

Estoy aprendiendo a perdonar, a amar, estoy aprendiendo a descubrir el valor que se encuentra dentro de cada vida, de todas las vidas.
Valor enterrado por el rechazo,por falta de comprensión,cariño y aceptación,por las experiencias duras vividas a lo largo de los años.

Estoy aprendiendo a ver, en las personas su alma, y las posibilidades que La Esencia Divina les dio.

Estoy aprendiendo, pero ¡cómo es de lento el aprendizaje!

¡Cómo, es de difícil amar Incondicionalmente! Todavía tropezando, cometiendo errores,
estoy aprendiendo…

Vamos a intentar amar a nuestros hermanos como La Esencia Divina nos ama…

TE AMO HERMANA, HERMANO, SOMOS UNA MISMA ESENCIA, UN MISMO PRINCIPIO, UNA SOLA ESENCIA, UNA SOLA ENERGIA...SOMOS UNO.

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