Muchas son las veces que te preocupas mas de lo debido por no lograr los resultados que tu quieres en el transito de tu vida. La mayoría de los casos es por carecer de la paciencia suficiente para esperar el resultado deseado, en el momento deseado.
Otras veces es por que se te ha imposibilitado ese resultado para tu bienestar posterior, porque este seria un obstáculo para tu desarrollo interno y nunca lograrías obtener el conocimiento para que esas experiencias necesarias, esas lecciones importantes, esa decisión crucial, que lograran beneficiar tu vida humana.
Aprovecha lo que la vida te ofrece ahora, porque nadie camina por la vida sin haber pisado en falso muchas veces. Nadie alcanza la meta deseada en un solo intenso, ni perfecciona la vida con una sola rectificación, ni alcanza la altura deseada con un solo vuelo.
Algunas religiones juzgaron que el dolor es un castigo que infligen los dioses, análogo al castigo que el padre inflige al hijo.Las religiones ni nadie te castigas excepto tu mismo; en tus manos tienes la felicidad y la infelicidad y solo tu decides.
En contraste con esta perspectiva, es posible pensar que el sufrimiento no es un desvío en la fluida autopista del placer sino su cara opuesta.
Día y noche, femenino y masculino, frío y caliente, placer y dolor. Sufrimos porque hemos gozado. No como castigo por haber gozado. Si hemos de gozar, tendremos que saber que estaremos probablemente expuestos al sufrimiento, pero no como castigo sino como parte de lo que es la vida.
Nadie aprende solo con la felicidad o el sufrimiento, con el placer o con el dolor, existe una dosis de lo contrario en todo para conocer su diferencia. ¿Como saber que el amargo es amargo o el dulce es dulce si no se ha probado lo contrario?
Es cierto que hay factores que contribuyen enormemente a agudizar el sufrimiento. Uno de ellos es la sorpresa. Un ser querido fallece súbitamente; el ser que amamos nos abandona; un amigo nos traiciona. En estos casos el sufrimiento se agudiza con la consternación, que es el sentimiento que suma la sorpresa al dolor. Un dolor sorpresivo todos lo sabemos, suele ser mucho más agudo que un dolor anunciado.
La regla de oro es, “Ser feliz con lo que tenemos y no desear lo que no podemos” vivimos en un mundo solo de formas las cuales se desvanecen ante nuestros ojos continuamente con los diferentes cambios imprevistos que la misma vida nos ofrece.
Disfruta lo que hoy posees, ya eso es un logro importante que muchos no han logrado y que posiblemente tampoco lograran en esta vida y ya tu hoy lo tienes. Aunque también igual que todo en esta dimensión, la carencia y la abundancia son la misma hoja solo tienes que voltearla y sabrás donde encontraras lo que quieres buscar; pero debes aprender muy bien cualquiera de esas hojas que la vida te ofrece.
Observa bien tu entorno, observarte tu y veras todo lo que tienes, contempla la naturaleza y todos los dones que te ha dado y veras que feliz eres. Hay seres que por mirar al frente de ellos no ven y no valoran lo que tienen a su alrededor.
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