viernes, 31 de mayo de 2013


EXISTE UNA CONEXIÓN ENTRE EL UNIVERSO Y LO MAS PARTICULAR DE CADA SER.

¿Que soy?
¿Quien soy?
¿De donde vengo?
¿Hacia donde voy?
¿Que hago aquí?
¿Porque estoy aquí?

Soy un Ser vivo, un homínido, una persona, un ser humano...Soy diferente a ti, a el a todos...Yo soy yo. Irrepetible, incopiable, diferente, soy único en toda la existencia, pero eso originalmente me hacia ser humilde, bondadoso, comprensible, amoroso, pero en el mundo de las formas que vivimos en esta dimensión me ha hecho ser lo contrario, desde que nací he aprendido a mentir, a ser egoísta, envidioso, vanidoso, a ser celoso; no se si fueron por mis padres, o por mis amigos o por toda la sociedad o fueron todos ellos unos mas otros menos a ser un hombre de formas y de engaños.

Pero tengo la fuerza y la voluntad para tratar de cambiar, aprender a volver a mi condición original desde pude inhalar el aliento del humano.

El Ser Humano es un puente entre un mundo de Energía y el de la materia (por supuesto, cuando nos referimos al «hombre» designamos a todos los componentes del género humano, varón y hembra).

Por lo tanto es un ser imperfecto pero a la vez perfectible, un ser ambiguo sentimentalmente, aparte por derecho propio, es un ser con un pie en el tiempo y otro en la eternidad. Los filósofos definen al hombre como «animal racional».

El cuerpo humano posee más o menos 30.000 genes agrupados en genomas, que constituye la unidad fundamental de la herencia, siendo Gregor Mendel a finales del siglo XIX quien observó que las características de los seres vivientes eran heredadas en forma discreta de generación en generación, aún cuando la herencia es una antigua idea observada por muchos estudiosos cuando veían que la apariencia física, el temperamento y otras características son heredadas.

Todos los individuos de una especie tienen el mismo escenario de genes; lo que los diferencia es que los genes tienen diferentes formas o alelos, teniendo cada individuo dos copias de cada gen. Uno heredado de cada progenitor, y la forma en que interactúan las dos copias determinan las características del organismo.

Debemos empezar por aclarar que al llamar a otros seres humanos “tú”, significa que ese otro es un “yo”, quien merece no sólo respeto y amor, sino también compartir. Simplemente somos iguales internamente y muy parecidos físicamente, pero ambos con una sola meta o ideal NUESTRA EVOLUCIÓN; evolucionamos constantemente no importando para nada nuestros géneros. Hoy somos hombre o mujer, esto es una experiencia que estamos viviendo y nuestra Energía o Esencia Divina lo acepta como tal, como acepta el restos de nuestro aprendizaje.

En nuestro interior, los tejidos, membranas y músculos componen los órganos: el corazón, los pulmones, el estómago y demás. Cada órgano está formado por una galaxia de partes como concentraciones de estrellas, seres vivos que habitan esas estrellas que también evolucionan como todo este universo que llamamos cuerpo.

Cada parte, cada célula, dedica su operación a la función de ese órgano particular: circulación de la sangre, respiración del aire, su absorción o la de alimentos. Los distintos órganos se mantienen en su trabajo veinticuatro horas al día, sin pensamientos o dirección conscientes de nuestra mente y (¡lo más asombroso!), aunque cada órgano aparentemente esté ocupado en su función propia, en realidad trabaja constantemente por el bien de los otros y de todo el cuerpo.

Es nuestro cuerpo, en el que millones de minúsculas células forman diversos órganos, todos juntos trabajando en armonía prodigiosa para el bien de todo el cuerpo, puede darnos una pálida idea de lo magnífico que debe ser la obra del ingenio divino que es nuestra alma.

El Alma no tiene moléculas, ni hay átomos en ella. Tampoco se puede medir; no tiene longitud, anchura o profundidad. Tampoco peso. Por esta razón el alma entera puede estar en todas y cada una de las partes del cuerpo al mismo tiempo; no está una parte en la cabeza, otra en la mano y otra en el pie.

Entre tu microcosmo y el macrocosmo solo existe una pequeñísima diferencia y esa es solo como tu la interpretas...SOMOS UNO.
EXISTE UNA CONEXIÓN ENTRE EL UNIVERSO Y LO MAS PARTICULAR DE CADA SER.

¿Que soy?
¿Quien soy?
¿De donde vengo?
¿Hacia donde voy?
¿Que hago aquí?
¿Porque estoy aquí?

Soy un Ser vivo, un homínido, una persona, un ser humano...Soy diferente a ti, a el a todos...Yo soy yo. Irrepetible, incopiable, diferente, soy único en toda la existencia, pero eso originalmente me hacia ser humilde, bondadoso, comprensible, amoroso, pero en el mundo de las formas que vivimos en esta dimensión me ha hecho ser lo contrario, desde que nací he aprendido a mentir, a ser egoísta, envidioso, vanidoso, a ser celoso; no se si fueron por mis padres, o por mis amigos o por toda la sociedad o fueron todos ellos unos mas otros menos a ser un hombre de formas y de engaños.

Pero tengo la fuerza y la voluntad para tratar de cambiar, aprender a volver a mi condición original desde pude inhalar el aliento del humano.


El Ser Humano es un puente entre un mundo de Energía y el de la materia (por supuesto, cuando nos referimos al «hombre» designamos a todos los componentes del género humano, varón y hembra).

Por lo tanto  es un ser imperfecto pero a la vez perfectible, un ser ambiguo sentimentalmente, aparte por derecho propio, es un ser con un pie en el tiempo y otro en la eternidad. Los filósofos definen al hombre como «animal racional».

El cuerpo humano posee más o menos 30.000 genes agrupados en genomas, que constituye la unidad fundamental de la herencia, siendo Gregor Mendel a finales del siglo XIX quien observó que las características de los seres vivientes eran heredadas en forma discreta de generación en generación, aún cuando la herencia es una antigua idea observada por muchos estudiosos cuando veían que la apariencia física, el temperamento y otras características son heredadas.

Todos los individuos de una especie tienen el mismo escenario de genes; lo que los diferencia es que los genes tienen diferentes formas o alelos, teniendo cada individuo dos copias de cada gen. Uno heredado de cada progenitor, y la forma en que interactúan las dos copias determinan las características del organismo.

Debemos empezar por aclarar que al llamar a otros seres humanos “tú”, significa que ese otro es un “yo”, quien merece no sólo respeto y amor, sino también compartir. Simplemente somos iguales internamente y muy parecidos físicamente, pero ambos con una sola meta o ideal NUESTRA EVOLUCIÓN; evolucionamos constantemente no importando para nada nuestros géneros. Hoy somos hombre o mujer, esto es una experiencia que estamos viviendo y nuestra Energía o Esencia Divina lo acepta como tal, como acepta el restos de nuestro aprendizaje.

En nuestro interior, los tejidos, membranas y músculos componen los órganos: el corazón, los pulmones, el estómago y demás. Cada órgano está formado por una galaxia de partes como concentraciones de estrellas, seres vivos que habitan esas estrellas que también evolucionan como todo este universo que llamamos cuerpo.

Cada parte, cada célula, dedica su operación a la función de ese órgano particular: circulación de la sangre, respiración del aire, su absorción o la de alimentos. Los distintos órganos se mantienen en su trabajo veinticuatro horas al día, sin pensamientos o dirección conscientes de nuestra mente y (¡lo más asombroso!), aunque cada órgano aparentemente esté ocupado en su función propia, en realidad trabaja constantemente por el bien de los otros y de todo el cuerpo.

Es nuestro cuerpo, en el que millones de minúsculas células forman diversos órganos, todos juntos trabajando en armonía prodigiosa para el bien de todo el cuerpo, puede darnos una pálida idea de lo magnífico que debe ser la obra del ingenio divino que es nuestra alma. 

El Alma no tiene moléculas, ni hay átomos en ella. Tampoco se puede medir; no tiene longitud, anchura o profundidad. Tampoco peso. Por esta razón el alma entera puede estar en todas y cada una de las partes del cuerpo al mismo tiempo; no está una parte en la cabeza, otra en la mano y otra en el pie.

Entre tu microcosmo y el macrocosmo solo existe una pequeñísima diferencia y esa es solo como tu la interpretas...SOMOS UNO.

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