martes, 25 de agosto de 2015


El respeto se gana a través de respetar a otros y a ti mismo. La riqueza, la ropa o el atractivo físico no son requisitos. De la misma manera la raza, la religión o el genero, solo son parte de lo que somos y todo esto nos dan lo mismos derechos y los mismos deberes ante nosotros y ante los demás.
Porque de la manera en la que otros nos perciben, no está necesariamente basada en nuestro nivel de educación, a qué escuelas hayas asistido, que profesión tenemos o la gente con la que nos juntamos.
El respeto se entrega a aquellos que se conducen con integridad y tratan a los demás con dignidad. Si estableces un ejemplo respetándote a ti mismo, apreciando tus buenas cualidades y resaltando lo positivo en las vidas de otras personas, te ganarás el respeto de otros. Todos somos iguales. No olvides que Somos Uno.

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